En este Blog encontrareis pequeños relatos eroticos y romanticos a la vez, espero q al leerlos

os sumergais en la historia, q os veais en ellos y disfruteis como yo al escribirlos.

Y si os animais podeis publicar los vuestros propios, espero q os gusten.. EJ

lunes, 28 de marzo de 2011

Un Dia de Calor ( Parte III)

Sin dudarlo, metió su lengua en mi culo, sabía que aquello me gustaba. Notaba la humedad de sus lenguas y la mía propia que se escapaba de mi, chorreante de placer.
A él le encantaba notarme tan húmeda y después de unos segundos, no pudo resistirse a penetrar mi culo. Le noté entrar con delicadeza, pero a continuación empezó a embestirme con fuerzas. Sabía que era así como me gustaba que lo hiciera.

Tenía a Vanesa lamiéndome e introduciendo su lengua y sus dedos en mi sexo, y a David cogido a mis caderas follándose mi culo. Me estaban llenando de placer, mis gemidos pasaron a ser desgarrados gritos de satisfacción, era un goce tan intenso que no aguantaba más y me rendí ante él una y otra vez.

Mi cuerpo temblaba, tanta excitación, tanto placer no cabía en mí. Necesitaba ser yo quien tocara, quien dominara...

Entonces David se paró, seguramente estaba a punto de correrse y no querría que aquello acabara ya. Así que se apartó de mi suavemente, acariciando mi culo, rozándolo con su lengua y acompañando la de Vanesa en recorrer mi sexo. No podía aguantar más, yo quería comer...Me aparté de ellos y empecé a besar a Vanesa, mientras David bajaba hasta su coño, que empezó a comerse deleitándose con él a la vez que ella lo disfrutaba.

Mi lengua recorrió el cuello de ella hasta llegar a sus pezones que mordí, y succioné. Fui bajando por su cuerpo hasta llegar a su sexo, y ayudé a David, nuestras lenguas se entrelazaban, jugando con su clítoris que se le notaba hinchado por el gusto, retorciéndose por el placer.

Las manos de ella buscaron mis caderas y su cabeza volvió a estar en mi sexo, aquella chica no podía estarse quieta, eso me encantaba....Su lengua recorría mi culo, la introducía en él, la sacaba y la metía en mi sexo, mientras David y yo hacíamos lo mismo con ella.

Pudimos notar como se corría varias veces y saboreamos entre los dos su sexo, bebiéndonos los jugos que destilaba.

La polla de David estaba allí casi a punto de reventar, se la veía grande y poderosa, y mi boca sintió ese deseo incontrolable por tenerla. Él había comenzado a penetrar su coño y yo seguía lamiéndoselo. Podía ver todo, cada uno de los detalles, su sexo entrando y saliendo, los labios de Vanesa, abriéndose para recibirlo, la humedad...¡Necesitaba tenerle dentro de mi boca!

David pareció intuirlo y la acercó a mi, y comenzó a meterla en mi boca para luego sacarla y meterla dentro de Vanesa. Iba alternando entre mi boca y el coño de ella.
Mi cuerpo sobre el de Vanesa y la lengua de ella en mi sexo, en mi culo.
Mi cabeza apoyada sobre el vientre de ella y el sexo de él en mi boca, en mis labios.
Él penetrándola a ella y mi lengua recorriendola a ella.
Los gemidos de ella, los de él, los mios...y ese calor... Un universo de placeres y sabores...

- No puedo más, me voy a correr.- dijo David casi sin aliento.
Vanesa se apartó para unirse a mí y chupamos entre las dos, cada vez más intensamente, su sexo hasta que éste estalló sobre nuestras bocas, que recogieron ávidas, como vampiros la sangre, sus fluidos.

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